Leches limpiadoras: Su misión es la de eliminar impurezas de la epidermis.
Tónicos: Mantienen o aumentan el tono muscular y la capacidad elástica del tejido, gracias a sus componentes y a su forma de aplicación. Por sus efectos suavizantes, refrescantes y revitalizantes de la piel, así como por su suave poder astringente que ayuda a cerrar los poros, se hacen imprescindibles en el aseo diario...
Emolientes: Son cosméticos que, actuando a diferente nivel en los estratos epidérmicos, tienen la propiedad de ablandar y distender el tejido. Su acción puede ser superficial o profunda, según permanezca el cosmético en la superficie de la piel o sea absorbido. Las cremas protectoras previenen el resecamiento causado por factores atmosféricos. Las cremas nutritivas aportan sustancias por vía externa que restablecen el tejido alterado.
Mascarillas: Se aplican sobre la piel donde deben permanecer un tiempo de exposición generalmente no superior a 20 minutos. Por su composición pueden obtenerse resultados diferentes en la piel aunque sean principalmente tonificantes. Sus propiedades son diversas: astringentes (piel grasa), tensoras (piel flácida), nutritivas (piel seca), calmantes (piel sensible), hidratantes (pieles deshidratadas).
Exfoliantes: Producen una descamación de la capa córnea. debido a los componentes del producto se logra una eliminación del estrato queratinizado que libera a la epidermis de sustancias de desecho y de células muertas, dejando al descubierto una nueva capa epidérmica suave y fina. Aconsejado semanalmente en pieles grasas, quincenal en secas y una vez al mes en las más sensibles.
Hay diferentes presentaciones de producto la especialista de indicara cual es la indicada de acuerdo a tu tipo de piel puede ser una leche desmaquillante o un gel espuma que equilibre tu piel y así con cada uno de los productos que cubran las fases básicas del cuidado de esta.
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